*El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino realizó un llamado a la construcción de la paz; durante la procesión también se pidió por las personas desaparecidas en el estado
Naye Vélez
En una muestra de fe y fervor, cientos de feligreses se dieron cita en la capital para presenciar la tradicional bajada de la Virgen de Ocotlán, que cada tercer lunes del mes de mayo, recorre las principales calles de la ciudad para esparcir un mensaje de paz y reconciliación para los fieles y creyentes católicos.
Desde primera hora de la madrugada, la imagen de la Virgen comenzó su recorrido partiendo de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán hacia diversos puntos de la ciudad, donde se realizan los servicios religiosos y las peticiones, que este año estuvieron dirigidas a la protección de los niños y jóvenes, los migrantes y las personas desaparecidas, esta última con un especial mensaje dedicado a Ángel Rafael Véjar Sánchez, conductor de Uber desaparecido desde el pasado 10 de mayo.
Durante su mensaje a las afueras de la Presidencia Municipal de Tlaxcala, el obispo Julio César Salcedo Aquino llamó a la construcción de la paz a pesar de la adversidad y la violencia y a la reivindicación de los valores como la familia y el amor, sobre todo durante la presente época electoral.
La tradicional bajada de la Virgen de Ocotlán se desarrolló en total calma y sin incidentes y contó con el apoyo de las autoridades y corporaciones policiacas, que se encargaron de brindar el apoyo en el operativo vial, debido al cierre de calles por el paso de la procesión.