Yéred Gallardo Carro
Ángel N., es un joven tlaxcalteca de 30 años de edad que sobrevivió a un asalto en el transporte público en la ruta Tlaxcala-Apizaco, en las unidades conocidas como “Suburban”, acto delictivo en el que fue herido por un arma de fuego en el cuello, “milagrosamente”, el proyectil ingresó y salió sin que sufriera daños que le arrebataran la vida.
El 11 de octubre del presente año, Ángel N., a las siete treinta de la mañana abordó una unidad de transporte público tipo “Urvan” en la casa de las artesanías con rumbo a la ciudad de Apizaco, en el trayecto, a la altura del puente de los hospitales en San Matías Tepetomatitlán, municipio de San Pablo Apetatitlán, dos sujetos abordaron la unidad.
Además de estos dos individuos en la unidad se encontraban otras nueve personas, Ángel N., relata que el aspecto de los dos individuos era sospechosa desde un inicio, ambos con sudaderas con gorra, “uno de ellos se sentó junto a la puerta y el otro se colocó a mi lado, yo me encontraba en el asiento individual de en medio y esta otra persona se paró junto a mí y el asiento que va hasta la parte de atrás…los vi y pensé, parecen asaltantes”, declara la víctima.
No se equivocó, transcurridos apenas unos metros uno de ellos sacó un arma y ordenó a los pasajeros, “ya se la saben, saquen dinero, celulares y carteras”, los dos sujetos –describe Ángel N. en su declaración-, vestían pantalón de mezclilla, sudadera oscura con gorra, cubrebocas y su acento era de la región, ambos tenían mochila tipo ´mariconera´.
Al sacar sus pertenencias y por el nerviosismo, el joven que declara, soltó sin percatarse su celular el cual calló en el suelo de la unidad, entregando solamente sus audífonos y cartera, dándose las siguientes acciones:
“Uno de ellos me ordenó, -el celular-, a lo que respondí, ya te lo di.
–No te hagas pendejo-, me reclamó.
En ese momento me percaté que el celular estaba a sus pies.
Espera, estoy nervioso, está en tus pies, dije.
En el momento que me iba agachar por él, el chofer frenó bruscamente la unidad, lo que ocasionó que me fuera sobre él…yo nunca puse resistencia al asalto, pero el sujeto pensó que sí…me apuntó con el arma y alcance a empujarla con la mano…una detonación se escuchó y después todo fue confuso para mí. Todavía recibí dos cachazos en la frente, pero yo solo escuchaba un zumbido.”
Posterior a estas acciones, los asaltantes pidieron al chofer se detuviera, recogieron el producto de su delito y se bajaron a la altura de la comunidad de San Benito Xaltocan, municipio de Yauhquemecan y emprendieron la huida.
Ángel N., fue asistido por otra pasajera quien le preguntó si se encontraba bien, él estaba consiente a pesar de sangrar, “me toqué el cuello por la parte de atrás y sentí la herida, en ese momento me espanté”, relata.
El chofer, aceleró y tomo camino hacia la clínica 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Apizaco, en la que Ángel N. bajó por su propio pie y recibió atención médica de urgencia. La bala que le entró por la parte posterior del cuello, salió por un costado, milagrosamente no tocó las cervicales ni alguna arteria importante.
Hasta este momento la víctima presentó denuncia y se enteró que ese mismo día, 11 de octubre, en una unidad de la ruta Zona Militar-Tlaxcala, frente a la 23 Zona Militar en el municipio de Panotla, se concretó otro atraco, en el que no hubo heridos.
En los meses de septiembre, octubre y noviembre, se ha registrado una ola de atracos en negocios, casa-habitación y unidades de transporte público en todo el Estado de Tlaxcala, por lo que las autoridades estatales y municipales se están viendo obligadas a mejorar la coordinación de esfuerzos para combatir la delincuencia en la entidad.