*La propagación del Síndrome Guillain-Barré desata cierres de negocios y multas, generando un duro golpe financiero para los comerciantes de pollo en Tlaxcala
Naye Vélez
Los comercios ubicados en las inmediaciones del mercado Emilio Sánchez Piedras en Tlaxcala están sufriendo severas afectaciones debido a la propagación del Síndrome Guillain-Barré en la región. Un reciente sondeo realizado por NexosTxT reveló que las pollerías son las más perjudicadas, registrando caídas en ventas de hasta un 50%; algunas incluso con pérdidas totales tras la confirmación de tres fallecimientos y al menos 60 casos en el estado.
Locatarios y comerciantes del mercado capitalino, revelaron que, a raíz de esta situación, las autoridades sanitarias han clausurado negocios, imponiéndoles además multas que alcanzan los 30 mil pesos. Según reportes de los vendedores, que optaron por mantenerse anónimos, estas acciones han estado “condicionadas”, insinuando posibles intereses económicos detrás de las sanciones.
En respuesta a la emergencia sanitaria, una de las locatarias, Yameli Castañón, mencionó que la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIST) realizó inspecciones en los comercios de venta de pollo, otorgando certificados de salubridad a aquellos que cumplen con los estándares requeridos, en un esfuerzo por restaurar la confianza del consumidor. Adicionalmente, comentó, los distribuidores de pollo entregan copias de certificados expedidos por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), reforzando las medidas de seguridad alimentaria.
A pesar de estas medidas, los comerciantes externaron que enfrentan una disminución significativa en sus ventas; incluso también tomaron la iniciativa de informar a sus clientes sobre las precauciones necesarias al preparar pollo, siguiendo las indicaciones de la COEPRIST para minimizar el riesgo de contagio de las bacterias causantes del síndrome y otras enfermedades posibles.
Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, temporada tradicionalmente fuerte para estos comercios, las expectativas son negativas pues las bajas ventas no solo impactan a las pollerias, sino también a otros establecimientos relacionados, como restaurantes y puestos de comida.