Lorenzo HERNÁNDEZ
A pesar de la millonaria inversión de 40.6 millones de pesos para renovar el parque vehicular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala (FGJE), encabezada por Ernestina Carro Roldán, la dependencia sigue arrastrando una crisis de resultados.
Luego que este lunes se entregó a personal de esta dependencia 89 nuevas patrullas y uniformes tácticos, asegurando la fiscal que se trata de un hecho histórico a la seguridad.
Sin embargo, apenas el 40% del parque vehicular anterior era funcional, lo que deja al descubierto años de omisiones y contradicciones institucionales, ya que en el discurso refieren que desde 1999 no se renovaban las unidades, pese a que en la administración de Marco Mena ya se había reportado la entrega de vehículos.
Este hecho, en lugar de dar una percepción de confianza en la seguridad, reaviva críticas sobre una Fiscalía que resulta eficiente para presumir equipamiento, pero deficiente para impartir justicia.
Recordando uno de los casos más emblemáticos durante la administración de Ernestina Carro, es el de Pedro Francisco, un joven originario de Guanajuato que pasó más de dos años en prisión acusado de homicidio, sin pruebas sólidas, hasta que finalmente fue liberado.
Un error que la institución evitó reconocer y que evidencia la falta de rigor en sus investigaciones.
Mientras las cifras oficiales presumen 30 meses con la menor incidencia delictiva del país y más de 120 órdenes de aprehensión ejecutadas, los ciudadanos esperan que las acciones se traduzcan en justicia real y no solo en boletines optimistas, porque dotar de vehículos no basta cuando se condena a inocentes y se niega la autocrítica.