Diego MENA/Ezequiel GONZÁLEZ
Olvidando sus obligaciones en la alcaldía, los regidores de Totolac se reunieron para “denunciar” supuestos actos en su contra por el alcalde, Ravelo Zempoalteca Enríquez, por los cuales, no han rendido sus informes mensuales, pero omitieron hablar sobre su ineficiencia y ambición en sus salarios, además, que uno de ellos se benefició con un laudo laboral, y otro, fue sorprendido en una sesión y en estado de ebriedad.
Su argumento, fue “el no es nuestro jefe, él no es nuestro patrón, nosotros fuimos elegidos por el pueblo, no somos un grupo de choque”, dijeron, a la par que justificaron que no han comprobado gastos ni han informado sobre sus actividades.
En ese mismo tema, aseguraron que sus informes mensuales se han retrasado debido a la privación por parte del alcalde priísta, aunado al “sabotaje” del edil.
En cambio, sostuvieron que cada uno ha recorrido las comunidades para conocer las necesidades de la ciudadanía, no obstante, cabe recordar que dicha facultad la tiene el alcalde, no los regidores.
Asimismo, cabe resaltar que los funcionarios comentaron que no firman las actas de sesiones de cabildo, debido a que, según ellos, han encontrado irregularidades y que no se les avisa con anticipación el orden del día.
Respecto al asunto del laudo laboral a favor del suegro del regidor, Armando Hacha por 200 mil pesos, revelaron que supuestamente aún no hay un ganador del juicio, y que no se tiene apoyo de la Síndico a favor del demandante.
Sin embargo, la síndico si enfrenta acusaciones por su omisión a la hora de defender las demandas laborales, por lo que podría actuar en contubernio con el regidor para obtener recursos económicos.
Por otra parte y en torno a su asistencia a las sesiones de cabildo en estado de ebriedad, los acusados declararon que los testeos que les fueron aplicados no se realizaron con equipo médico, sino con un “flash” de un celular.