*”Es muy difícil cuidar a un niño con discapacidad, te cierran las puertas” relata Alejandra Luna, que encontró un respaldo invaluable para sacar adelante a su hijo, gracias al Programa Ayudas Funcionales para Personas con Discapacidad de la Secretaría del Bienestar Estatal
Naye Vélez
En un modesto domicilio del Barrio de Teotlalpan, en la Magdalena Tlaltelulco, habita la señora Alejandra Luna Cabrera, quien ha pasado los últimos 20 años dedicando cuidados y atención especial a su hijo Mauri Alexis, quien padece una discapacidad motriz e intelectual. Como madre soltera y principal sostén de su familia, Alejandra enfrenta desafíos cada día con fuerza y dedicación, superando las dificultades que conlleva cuidar a su hijo, siempre con amor incondicional.
Siendo un recién nacido, relata doña Alejandra, Mauri Alexis comenzó con una mancha en la cabeza que progresivamente fue creciendo y enfermaba constantemente. A unos meses de nacido, sufrió un coma y al llevarlo al médico, recibió un diagnóstico inesperado: los médicos le advirtieron que su hijo sería un vegetal y tendría secuelas de por vida.
Doña Alejandra, cuenta que es difícil estar al cuidado de un niño con discapacidad, sin embargo, ella considera a Alexis un pequeño ángel que le ha enseñado lecciones importantes de vida y superación.
Con todas las dificultades que atraviesa esta familia, la señora Alejandra y Alexis, ahora de 20 años de edad, encontraron en el programa de Ayudas Funcionales para Personas con Discapacidad de la Secretaría de Bienestar Estatal, una esperanza para hacer más llevadera la condición del joven, sobre todo en lo económico, pues doña Alejandra reconoce que es difícil encontrar un trabajo estable para solventar los gastos para su cuidado, como pañales y consultas médicas.
“He trabajado y me han despedido por que a veces dejo de cumplir por él, pero a veces hay ángeles que nos ayudan y voy a planchar o a lavar y así, con esas cositas vamos saliendo adelante, además del apoyo que nos da el Bienestar”, expresó la madre de familia.
Fue a través de una de sus vecinas, como doña Alejandra supo de los programas asistenciales de la Secretaría de Bienestar Estatal y posteriormente, recibió la ayuda que tanto había esperado, pues relató que en varias ocasiones buscó apoyo en diversas instituciones sin recibir una respuesta favorable.
“Cuando recibí el apoyo me sentí contenta porque cuando una tiene un niño discapacitado como que te cierran las puertas, por ejemplo, cuando vamos a algún lado nos miran, o en las combis no lo quieren subir; hace falta mucha sensibilidad”, comentó.
Alexis fue beneficiado con un colchón antiescaras y dotaciones de pañales de adulto, ayuda que su mamá considera invaluable, pues ahora su hijo puede descansar mejor y estar más cómodo, sin sufrir complicaciones por permencer mucho tiempo en una sola posición.
Además, la señora Alejandra destacó que para recibir este apoyo, no tuvo que pagar nada y el personal de Bienestar Estatal acudió hasta su domicilio para instalar el colchón y explicarle con detalle su funcionamiento.
“Si tienen niños con alguna discapacidad estos programas son muy buenos, yo les recomiendo que se acerquen, que no se desesperen porque si dan las ayudas, porque no es para una, es para ellos para que estén mejor, 20 años llevamos así y le vamos a seguir echando ganas”, concluyó.