Reconoció que el cambio climático cada vez es más catastrófico, también que el recurso no es suficiente.
Diego Mena
Con fallas técnicas en las transmisiones vía YouTube y Facebook Live, este lunes el titular de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA), Rafael de la Peña Bernal, compareció ante el Poder Legislativo local, como parte de la glosa del Segundo Informe de Gobierno, que fue entregado al mismo órgano en el diciembre pasado.
Tras explicar las acciones hechas durante el 2023 y por cuestionamientos de los diputados, el secretario advirtió que las condiciones del campo, debido al cambio climático, se han vuelto complicadas y catastróficas, además que deben apostarse por alternativas para no resentir los efectos que conlleva.
“La situacion se está poniendo cada vez más catastrófica… hay que atacar los motivos, el cambio climático no se puede controlar”, declaró.
De ahí, que presentó a los jagüeyes como una alternativa para poder dotar de agua a todos los cultivos en las temporadas de sequía, aunque agregó que los ya construidos dejen estarse revisando para evitar filtraciones y otros deterioros.
Del mismo modo, lamentó que los productores no están cosechando lo suficiente debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, debido a que éste último es de los principales productores de semillas y debido a la guerra, no ha exportado lo necesario para sus clientes, entre ellos, México.
Respecto al seguro contratado ante complicaciones o pérdidas, Rafael de la Peña reveló que se contrató con Banorte y que gracias a ello se han dado más de 28 millones de pesos en apoyo a productores de Tlaxco, Huamantla, entre otros municipios.
De la Peña Bernal agregó que la situación actualcerl campo es preocupante, ya que los jóvenes ya no quieren laborar la tierra, mientras que los adultos emigran o ingresan a trabajar a alguna empresa, siendo las mujeres las únicas que se mantienen trabajando en el agro.
Además, apuntó que, si bien en los últimos dos años el campo recibió importantes incrementos presupuestales, lo dado cada año no ha sido suficiente, de modo, que estimó un presupuesto de 700 millones de pesos (mdp) para estar a la altura de las necesidades agropecuarias.
Finalmente, Rafael de la Peña sentenció que, de no invertirse y procurar más al campo, la producción y la cosecha no podrán avanzar y difícilmente se progresará como estado.