●Cinco mexicanos fueron rescatados en Kiev por la Fuerza Aérea Mexicana y esperan la llegada de más al refugio de Bucarest, Rumania.
●Ismael Torrentera estaba dispuesto a apoyar a los Ucranianos en defensa de su soberanía, pero su prioridad es su familia.
Yéred Gallardo Carro
Los Tlaxcaltecas, Ismael y Mitzi Torrentera, originarios del municipio de Panotla, declararon que el día de hoy fueron informados que podrán regresar a México la próxima semana, posiblemente el martes 15 de marzo.
En entrevista para Nexostxt, Ismael Torrentera, nos informó que hace dos días salieron de Ucrania gracias al arribo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana a la ciudad de Kiev, rescatándolos junto a otros tres mexicanos; todos lograron salir acompañados de sus familias.
“Aquí hay cinco mexicanos; los demás están ‘regados’ en Polonia y Eslovaquia. Tendrán que moverse a Bucarest, Rumania, pues según el próximo martes deberemos salir a México”, refirió.
Ismael, logró salir de la ciudad de Kiev acompañado también de su esposa y su suegra, ambas con nacionalidad ucraniana.
Es más, trae consigo a sus mascotas, “ellos también se van a México, no los podíamos dejar, son dos gatos: Bella y Óscar”.
Ismael declaró que, su ánimo es contrariado, porque logró salir del país que le dio la oportunidad construir una vida profesional estable y deja a muchos amigos.
“Los Ucranianos defenderán su tierra hasta la muerte. Si no fuese por mi familia y mis amistades me quedaba en Kiev al 100 por ciento”, declara con sentimiento.
“Es un país GRANDIOSO, respiras (antes de la guerra), tranquilidad, confort y más…nuestro México se lleva en el ADN y hasta te da escalofrío el orgullo decir de dónde eres. Ucrania es una cultura que te “apapacha”: te preguntan, ¿porqué vives aquí si muchos quieren salir antes de la guerra? y cuando les dices, es que me gusta vivir aquí, muchos, ¡muchos! casi te abrazan cuando les respondes así”, declara con nostalgia.
Al llegar a Rumania fueron recibidos por una nevada, aunque menciona que ya el clima es más fácil, pues en marzo hay más sol.
Están refugiados en un auditorio en la ciudad de Bucarest, Rumania y pronto estarán en México, en donde espera “iniciar de nuevo”, junto con su familia mexicana y ucraniana.