Diego MENA
En la última quincena del mes de octubre, los 34 empleados basificados en el Congreso de Tlaxcala fueron despedidos, pues sus salarios representaban un gasto excesivo para la nueva legislatura.
Previo a su despido, a los basificados que en su mayoría son familiares o trabajadores de confianza de los exdiputados sufrieron un recorte del 50 por ciento de sus salarios sin un aviso por anticipado.
Ahora, la 64 legislatura lo al inició con el proceso de liquidación de cada empleado, en cumplimiento a lo establecido por la ley laboral y para no violar los derechos humanos de los trabajadores.
Es de mencionar, que la iniciativa de destituir a los trabajadores basificados del Congreso local fue respaldada por cada grupo parlamentario, pues son “éticamente insostenibles, no es correcto que familiares de los diputados ocupen esas plazas, y el otro es el tema financiero, porque van a colapsar las finanzas del Congreso”.
Es de mencionar, que los basificados del Congreso local son, Cristina Chávez Hernández, por parte de Michelle Brito; Norma Lara Lara por parte de María Isabel Casas Meneses; Luis Iván Garrido Olvera quien es hijo de José Luis Garrido Cruz; Paola Ortega Martínez, Cynthia Fernández Bautista, Fermín Salinas Ortega, Jorge Tapia Ruiz y María Estela Martínez Hernández por parte de Rafael Ortega Blancas; José Eduardo Morales Mata, hijo de Luz Guadalupe Mata Lara; Minerva Netzáhuatl Ilhuicatzin, hermana de María Del Rayo Netzáhuatl.
Del mismo modo, Enrique Morales Cruz, secretario técnico de Ramiro Vivanco Chedraui; José Manuel Moctezuma Báez, sobrino de Víctor Manuel Báez; Francisco Vázquez Salvatierra, por parte de Zonia Montiel Candaneda; Héctor Eduardo León Flores y Claudia Isela Zárate Cruz por parte de Maribel León Cruz; Teresita Vieyra Lima, quien es esposa de José María Méndez; María del Carmen Armas por parte de Víctor Castro López y Brenda Guadalupe Pérez López por parte de Jesús Rolando Pérez Saavedra.