Alfonso ESTRADA V.
Han empezado a surgir inconformidades entre la militancia petista, el principal problema es el enriquecimiento de quienes se han ostentado como dueños del PT, el diputado federal Silvano Garay Ulloa y su hija Irma Jornada Garay Loredo.
Los simpatizantes han quedado en el olvido, los Garay se han concentrado en llenarse las bolsas de dinero a costa del trabajo de sus agremiados, pero el hartazgo está llegando a su punto.
Y es que Garay Ulloa, antes de llegar al Congreso de la Unión prometió que iba a gestionar recursos para brindar apoyo a su gente, sin embargo al sentir el poder que tiene la Curul federal, ha omitido sus compromisos y dejó en claro que es un mentiroso.
Eso sí, el casi medio millón de pesos de prerrogativas que llegan a las arcas del partido en Tlaxcala se le quedan en las bolsas y con la ayuda del personal administrativo maquillan gastos para poder justificar dichos recursos que son emanados del erario público.
Su consentida hija además de ser improductiva en el Congreso local, ha tenido la oportunidad de estrenar camioneta, ya logró comprarse una casa de lujo en un conocido fraccionamiento de Ocotlán, todo a costa de su negocio, el PT.
Pero lo más delicado es que no solo el papá y la hija viven del esfuerzo de los tlaxcaltecas, ya mandaron a traer el resto de la familia a Monterrey.
Hay un grupo de petistas que están dispuestos a levantar la mano para iniciar un proceso de inconformidad y destapar cada uno de los movimientos chuecos que se han hecho al interior del instituto, habría que esperar una desbandada antes del próximo proceso del 2021.