Lorenzo HERNÁNDEZ
El Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Tlaxcala (Icatlax) enfrenta serios señalamientos por desvío de recursos y corrupción interna, tras una auditoría que reveló prácticas irregulares en la gestión de Javier Potrero y la directora administrativa Elizabeth Ramos.
Entre las anomalías detectadas se encuentran pagos a supuestos aviadores, salarios a extrabajadores hasta un año después de su salida, uso indebido de vehículos oficiales y descuentos injustificados al personal operativo.
Elizabeth Ramos habría tejido una red de complicidades en áreas clave como recursos humanos y financieros, permitiendo abusos como el robo de equipo de cómputo en unidades de capacitación y el uso de vehículos institucionales para fines personales, incluidos choques durante fiestas.
Además, se le acusa de negar atención médica a trabajadores e ignorar el destino de los más de 60 mil pesos descontados quincenalmente al personal.
Como colofón, Potrero y Ramos utilizaron una asamblea nacional en Yucatán como excusa para vacacionar casi una semana, con gastos superiores a los 250 mil pesos pagados con recursos del instituto.
Mientras tanto, el personal operativo fue obligado a trabajar horas extras para subsanar observaciones administrativas, evidenciando el abandono de responsabilidades por parte de sus superiores.