Ezequiel GONZÁLEZ
La reciente “recomendación” del gobierno de Estados Unidos a sus ciudadanos de evitar viajar a ciertas áreas de México ha generado un revuelo que merece un análisis crítico. Resulta desconcertante entender cómo los estadounidenses pueden considerar más peligroso viajar a Tlaxcala que a Guanajuato, una visión equivocada que no hace justicia a la realidad de nuestro país.
Si bien el portal web del gobierno estadounidense sobre viajes seguros clasifica a Tlaxcala como una entidad de “Mayor Precaución”, es crucial examinar minuciosamente la información proporcionada para comprender cómo se llegan a emitir sugerencias tan alarmantes de no viajar a ciertos estados. Además, es necesario tener un dominio del inglés para poder interpretar adecuadamente la información presentada.
Al analizar detalladamente las recomendaciones para cada estado mexicano, se hace evidente la exageración que implica sugerir que no se viaje a Tlaxcala, el estado más seguro de la nación. La comparación entre Tlaxcala y entidades como Tamaulipas, Zacatecas, Sonora y Sinaloa, donde las recomendaciones son un firme “no viajar”, resulta injusta. Incluso los propios funcionarios del gobierno estadounidense evitan viajar a dichas áreas. Es importante reconocer que no hay un punto de comparación entre el estado más seguro del país y aquellos lugares que enfrentan niveles alarmantes de criminalidad que han superado la capacidad de las autoridades locales.
Tlaxcala ha establecido un estándar en cuanto a seguridad pública se refiere. Durante los últimos dos años, se ha mantenido en el top 5 de las entidades con menor incidencia delictiva en México. Esto plantea la pregunta obvia: ¿por qué el gobierno estadounidense recomienda evitar visitar este estado? La contradicción es evidente y sus fundamentos parecen carecer de base sólida.
Resulta bastante irrisorio que 30 de las 32 entidades del país tengan alguna forma de advertencia de viaje por parte de los ciudadanos estadounidenses. Especialmente cuando en su propio territorio, la violencia y la inseguridad no están completamente ajenas. Enfrentar el peligro en las escuelas o caminar por las calles durante la noche puede resultar más amenazante que cualquier viaje a México. En este contexto, las recomendaciones de viaje del gobierno estadounidense parecen una broma de mal gusto.
La recomendación del gobierno de Estados Unidos sobre viajar a México, y particularmente a Tlaxcala, plantea interrogantes sobre la verdadera intención detrás de estas sugerencias. La falta de equidad en la comparación entre estados seguros y aquellos con altos índices de criminalidad es evidente. Tal vez es hora de que las advertencias de viaje se basen en una evaluación más precisa y equitativa de la realidad mexicana y no se basen en generalizaciones simplistas.