Lorenzo HERNÁNDEZ
La secretaria del Ayuntamiento de Amaxac de Guerrero, Lizbeth Hernández Mora, perdió la compostura durante una asamblea ciudadana convocada por habitantes de la sección tercera del barrio de Metecatlán, donde al ser cuestionada por el manejo del agua potable, respondió con enojo: “Ya me tienen hasta la madre”, ante la mirada atónita de los asistentes.
La funcionaria, que ocupa por segunda vez el cargo gracias a su cercanía política con el presidente municipal Mauricio Pozos, también afirmó que si fuera destituida, le harían “un favor”, pues prioriza su salud y tranquilidad.
Esta reacción se dio en un contexto de molestia ciudadana por la ausencia reiterada de la síndico, quien trabaja en otro empleo los fines de semana, y de un regidor que no asistió por estar de vacaciones.
Pese a ello, vecinos acusan que Hernández Mora ya usa recursos públicos para promoverse políticamente con miras a la presidencia municipal, lo que, sumado a su actitud ante las críticas, refleja un distanciamiento preocupante entre la autoridad y las exigencias ciudadanas.